Dia 49 – Volvimos a las Maratones (o casi)

Nos levantamos con la idea de ir a recorrer la ciudad a pata y asi lo hicimos, aunque claro está, después de un mes y medio las típicas maratones interminables que acostumbrábamos a hacer antes, ahora son irreproducibles y solo caminamos unas pocas horas por esta inmensa ciudad. Empezamos por la Radhause (casa de gobierno municipal) y ahí nos pusimos a hablar con 3 latinos que estaban “robando” aca. El ecuatoriano, bastante ladri, se puso de novio con una sueca que lo mantenía y estudiaba sueco sin poner un mango. Y nos conto que por estar con la sueca el estado le da prestamos a 40 años y demas beneficios…



Seguimos viaje y caminamos bordeando uno de los lagos por una avenida principal donde estan algunas de las propiedades mas caras de Estocolmo, pasamos por la opera (esta vez no entramos), luego por el museo Vasat donde hay un barco de 300 años y llegamos a Skansen, un parque enorme (como todos los que hay aca) que hasta tiene juegos mecanicos. Esta vez no dormimos la siesta clasica, sino que volvimos para el centro a encontrarnos con nuestra amiga Anna, que habiamos conocido en Barcelona. Ella nos llevo a comer una deliciosa pizza y luego fuimos a un bar bajo un puente pero al aire libre, donde la gente no nos miraba enrarecida pese a que llevabamos bermudas y musculosas ( y olor a mono seguramente después de haber caminado tanto). Ahí Anna nos presento a su novio que estaba con un amigo finlandes algo raro, que nos conto que por 2 euros podiamos viajar a Finlandia y como colarnos para llegar a helsinski desde el puerto donde nos dejaba el Ferry. Sin duda este pibe nos saco la ficha enseguida y nos tiro la posta de los datos que buscamos. Entre musica y cerveza pasamos el atardecer, la noche y el amanecer en tan solo 5 horas y emprendimos la vuelta a casa, recagandonos de frio.