Pasamos otra noche incomoda dentro de nuestro querido C3, que a esta altura del partido ya tenia el aspecto de una casa de gitanos.. toallas colgadas en los apoyacabezas, boxers sucios adentro de la guantera, remeras colgadas del volante, arena por todas partes, y un olor a bufalo transpirado que no te permitia dar mas de 3 respiros seguidos porque te intoxicaba!
A pesar de todo esto, tenia su parte buena ya que no hacia falta caminar hasta el auto para movernos de ciudad, je :P Simplemente abriamos los ojos, buscabamos alguna estacion de servicio o baño publico para enjuagar un poco al diente y luego seguir viaje a nuestro proximo destino: Malaga.
Media horita de manejo nos deposito en nuestra ultima ciudad costera del EuroTrip. Ni bien llegamos nos fuimos a un puestito de info turistica a buscar unos mapitas y encaramos para la Alcazaba que como la mayoria de las cosas era un palacio musulman entre otros tantos por el sur de España, vimos el teatro romano de Malaga del siglo I y de ahí nos fuimos a recorrer un poco el Castillo de Malaga de grandes arcadas estilo arabico y muchos y muy bien cuidados jardines.
Después de caminar unas cuantas horas decidimos encarar para la playa a descansar un rato y reponer energias para alentar a la selección que jugaba a la noche contra Peru. Esterillas de por medio, remera sobre la cara para tapar el sol, ojotas atrás de la nuca para cumplir la funcion de almohada y a dormir un par de horitas.
Cuando nos levantamos ya estaba anocheciendo y estabamos bastante llenos de arena, con calor por lo que salimos en busca de una nueva ducha para acicalarnos. La busqueda esta vez no dio resultado ya que no encontramos ninguna estacion de servicio con ducha y tampoco baños en la playa por lo que decidimos estacionar el
auto en una callecita oscura, tirarnos un poco de desodorante, buscar “aquella ultima remera” echa un bollo en el fondo de la mochila que todavía no olia a Simbad el Marino y asi salimos a buscar algun barcito argentino donde mirar el partido. Primero fuimos a comer unas hamburguesas a un puestito por la costanera, donde conocimos dos argentinos ingenieros que hacia tiempo vivian en Malaga, y como todos los argentinos que nos cruzamos la opinión es siempre la misma “No vuelvo mas”..
Finalmente encontramos un barcito con la bandera argentina en la puerta, atendido por un argentino y un holandes totalmente loco, donde nos acomodamos, fernet y cerveza de por medio, para ver el partido.
Luego del gran triunfo argentino, nos sacamos una foto con nuestro amigo Victor el dueño del bar y volvimos a nuestro dulce hogar, a disfrutar una noche mas bajo las estrellas y a practicar la posicion del oso polar enyesado con anginas para dormir dentro del C3.
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