Día 71 – Solo Visten IPod

Fede amaneció primero y decidió salir a caminar para el lado de Café del Mar. Volvió con el aliento agitado y señalo con entusiasmo la próxima playa a visitar. Prometía en su relato aguas aun mas limpias y acento español en el murmullo playero. Hicimos el mismo recorrido que el día anterior a la noche y en un mini súper compramos el fiambre para sanguchear. Una mala inversión, ya que no tenia gusto a nada y hasta suponemos que estaba en mal estado. Encima el jugo sabor Naranja con soja se calentó enseguida y se convirtió en un caldo intomable. A los pocos minutos de intentar comer los sanguches, sacamos el mate para llenar el estomago.
Como todos los días, disfrutamos a pleno del agua calma y tibia, que además como vaticinaba Fede, no tenia tantas algas.

En uno de los tantos momentos de reflexión filosófica que tiene el grupo en el eurotrip, y en base a la observación empírica realizada en estos días en la isla, y también en menor medida al vago conocimiento teórico que tenemos sobre el genero femenino, pudimos extraer algunas conclusiones acerca de las mujeres en Ibiza, que a continuación pasamos a comentar.
-Solo visten Ipod, y bombachita claro (ojo que no todas!). Es casi una regla moral no escrita (como diría el Tío Darío), llegar a la playa y sacarse todo, calzarse los auriculares y escuchar musiquita mientras toman sol.
-La mama no juega con el nene/a. Le compra el colchón inflable y que juegue por ahí, pero no existe el hacer el castillito con la palita y el baldecito.
- La señora mayor, no tiene escrúpulos y muestra alegremente sus carnes flácidas a sus vecinos de playa.
- Hay mucha mina argentina que en San Bernardo no se saca el shorcito de jean o la remerita sin mangas, pero que pisa la Ibiza y pierde el pudor automáticamente.

Luego de estas reflexiones profundas, fuimos a Cafe del Mar a ver el atardecer, esto es algo muy tipico de San Antonio y gente de toda la isla va alli, el ritual dura al rededor de 2 horas, gente tomando, escuchando musica y mirando al solcito irse.
El sol se fue y nosotros volvimos al hotel a descansar, ya que la noche anterior y las conceptualizaciones realizadas nos agotaron.
A la noche, costo mucho levantarse de la siesta, tanto es así, que Javi decidió no salir y seguir durmiendo. Fede y Toba caminaron un rato por San Antonio, entraron un rato en Edén y volvieron a la cama, sin dudas la mejor opción para una noche de viernes bastante mediocre en San Antonio.